Luxación de rótula con condromalacia en un Bulldog Francés.
En esta entrada, me gustaría tratar de hacer entender, porqué es importante diagnosticar y tratar pronto una luxación de rótula. Ya que se trata de una patología que tiende a ser infravalorada por muchos propietarios y veterinarios, que lo ven como una forma “graciosa” de caminar.
Explicar que, en la mayoría de los casos, la luxación de rótula es la consecuencia de una mala alineación del mecanismo del cuadriceps, que se va a insertar en la cresta tibial, y ésta se encuentra un poco desplazada hacia medial, y como consecuencia, la rótula no discurre por el surco rotuliano del fémur,como debe ser. Existen cuatro grados, en función de la gravedad de la luxación, y a partir del grado dos, se debe recomendar la cirugía de reducción de la rótula , ya que si no, podemos tener consecuencias a medio largo plazo en esa articulación.
El caso que nos ocupa es un Bulldog Francés de tres años(como no), con una cojera desde hace bastante tiempo, que no responde a antiinflamatorios. En la exploración no existe una gran evidencia de luxación de la rótula, pero sí que hay mucho dolor a la manipulación de la misma.
Abrimos la articulación por lateral, y lo primero que vemos es la presencia de numerosos osteofitos en el labio troclear lateral, y un aplanamiento del surco troclear. Ya que, como la rótula no va por donde debe, no se “fabrica” su propio surco como debe ser, los osteofitos son consecuencia de una luxación crónica.
Revisamos el ligamento cruzado, que en este caso está correcto, no vaya a ser que además tengamos otro problema.
Siempre miramos la rótula por su cara articular, y en este perro se ve que existe un desgaste excesivo debido a las continuas luxaciones.
Pero lo que más nos sorprende es cuando miramos el labio troclear medial, en el que vemos una gran “llaga” o desgaste articular, debido a que la rótula se encontraba en esa posición cuando estaba luxada, provocando una condromalacia en el cartílago artícular. Esto es lo que produce tanto dolor en este perro, y es por lo que hay que intentar intervenir pronto a estos animales para que no lleguen a este punto.
Hacemos una surcoplastia en cuña para profundizar el surco troclear y que la rótula discurra por donde debe.
Pero lo más importante es hacer una buen traslocación de la cresta tibial, es decir, cortar la inserción del ligamento rotuliano en la tibia y desplazarla hacia lateral, para evitar que la rótula vuelva hacia medial. Además, hacemos una buena imbricación de la cápsula articular por lateral, para que quede más tensa y reforzada, utilizando puntos de Nylon.
Aquí se puede ver el desplazamiento logrado, fijado con dos agujas, procuramos no cortar toda la cresta, sino que dejamos la parte final insertada para que el hueso suelde mejor.
Para poder hacer un buen desplazamiento hacia lateral, nos vemos obligados a hacer una artrotomía medial, es decir, abrimos la cápsula por medial, para liberar las tensiones y fuerzas musculares que tiran de la rótula hacia donde no queremos. Esta artrotomía la cerramos sólo parcialmente, para que no vuelva a tener tensión hacia dentro
Por último, cerramos todo por capas y hacemos radiografías, en esta vista se puede ver el corte de la cresta tibial fijado con las dos agujas.
En este caso la evolución está siendo muy buena, ya que, a pesar del desgaste articular en diferentes puntos de la articulación, al no tratarse de zonas de carga directa de peso, habiendo re colocado la luxación, conseguimos una gran funcionalidad y le aliviamos el dolor para que tenga una vida normal.
Dr. Felipe de Frutos
Clínica Veterinaria El Parque. Talavera de la Reina
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